Mejorando las condiciones de vida de 150 huérfanos y huérfanas de Djonasse, en Mozambique

21-05-2013

El Programa HOPE ofrece esperanza a aquellos que están infectados y/o afectados por VIH/SIDA, promoviendo su movilización para que vivan día a día de una manera positiva con un padecimiento menor. Trabaja igualmente en el apoyo a niños y niñas huérfanos como consecuencia de esta enfermedad.

El Centro HOPE en Djonasse, en Maputo, Mozambique, está permitiendo la mejora de las condiciones de vida de 150 niños y niñas huérfanos, trabajando para ello en aspectos como la nutrición y las condiciones sanitarias. El programa estimula la proactividad de las familias participantes, dotándolas de las herramientas y conocimientos necesarios para que sean ellas mismas las que mejoren su calidad de vida. De hecho, gracias a su esfuerzo, han conseguido producir mayor número de hortalizas, cereales y pollos, asegurando, asimismo, la sostenibilidad de la producción.

El entusiasmo demostrado por los participantes a la hora de contar y explicar a sus familiares y vecinos los avances logrados ha contribuido a la reducción del estigma y la situación de discriminación que sufrían. Además, se ha conseguido infundir en la comunidad un sentimiento de positividad a la hora de pensar en el futuro de los niños y niñas, algo no demasiado habitual en comunidades como ésta.

Cultivos agrícolas y mejora de la alimentación
El centro ha creado un campo modelo en el que las personas involucradas aprenden nuevas técnicas agrícolas y reciben kits de semillas (lechuga, col, zanahoria, cebolla, tomate y calabacín) para que puedan cultivar en sus propios terrenos, poniendo en práctica lo aprendido. En la actualidad, cada familia cuenta con un huerto de entre 8 y 10 m2 de superficie, situado junto a su vivienda o en campos comunales cercanos. Las hortalizas y cereales cosechados, permiten la mejora de la alimentación de los miembros de la comunidad, logrando, al mismo tiempo, un excedente para vender en el mercado local. Con ello, se obtienen unos ingresos que permiten la compra de nuevas semillas destinadas a la siguiente cosecha y dinero en efectivo para administrar en su día a día para compras de medicamentos, material escolar, uniforme, ropa y otros gastos cotidianos.

El apoyo de la Fundación Tragaluz en el último año ha facilitado la colaboración con partners locales, como el Instituto Mozambiqueño de Investigación Agrícola, que ha aportado 350 kilos de plantones de patata dulce. Su cultivo ha generado un aporte suplementario de hidratos de carbono, fundamental para las familias, así como ingresos extras. 

Tanques de agua y cría de pollos
El suelo del área Djonasse es arenoso, por lo que la construcción de pozos no es la solución más recomendable para la obtención de agua. Por ello, se han adquirido tres tanques, de 1.000 litros cada uno, así como 50 regaderas, para facilitar el riego. Estos tanques también proporcionan agua potable para consumo humano. Con ellos, se ha logrado disminuir el número de casos de diarrea entre los niños y niñas. Suponen también un ahorro de tiempo en la búsqueda de agua, lo que permite que las familias se dediquen a otras actividades igualmente necesarias para la comunidad.

Tan importante está siendo el incremento de la producción agrícola como la pequeña granja de pollos creada. Cada mes las familias producen 300 pollos, la mitad de los cuales se dedican a autoconsumo, por lo que cada mes se entrega un pollo a cada niño y niña. El resto, se vende en el mercado local para generar ingresos. 

El proyecto además, ha ido más allá de los objetivos generales marcados, puesto que ha trabajado en otros aspectos como el acceso a la escuela o el fomento de la práctica de deportes.

Mejorando las condiciones de vida de 150 huérfanos y huérfanas de Djonasse, en Mozambique-img1
Mejorando las condiciones de vida de 150 huérfanos y huérfanas de Djonasse, en Mozambique-img2
Mejorando las condiciones de vida de 150 huérfanos y huérfanas de Djonasse, en Mozambique-img3