Trabajando por el empoderamiento de la mujer brasileña

01-04-2014

Las mujeres de las áreas rurales desempeñan un papel crucial para el desarrollo. Son agentes clave para lograr los cambios económicos, sociales y ambientales pertinentes requeridos para un mundo sostenible. Constituyen el 43% de la fuerza laboral agrícola en todo el mundo y hasta un 70 % en algunos países. No obstante, tienen ante si muchos desafíos, como el acceso limitado a la educación, a unas condiciones sanitarias apropiadas y al crédito.

Con los mismos recursos, las mujeres podrían hacer mucho más que los hombres. Esto es lo que estima la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO). Si las mujeres agricultoras tuvieran las mismas oportunidades y recursos que los hombres, la producción agrícola en 34 países en desarrollo aumentaría en un promedio estimado de hasta un 4%. Esto podría reducir en hasta un 17 % el número de personas desnutridas en estos países, lo que supondría 150 millones menos de personas hambrientas.

Índice de Desigualdad de Género 
Si bien Brasil es una importante potencia agrícola e industrial, la pobreza está muy extendida en algunas regiones del país. Algo que llama más aun la atención teniendo en cuenta las inversiones multimillonarias que está efectuando de cara a la organización del Mundial de Fútbol de este verano y los Juegos Olímpicos de 2016.

Es cierto que recientemente se han realizado mejoras en la distribución de los ingresos, pero los problemas de desigualdad y la exclusión social siguen siendo la raíz de la pobreza en las zonas rurales. Por ejemplo, el 58% de la población de la región noreste vive con menos de dos dólares por día, y lucha por satisfacer sus necesidades más básicas. A pesar de los logros alcanzados en materia de derechos de las mujeres durante el siglo pasado, Brasil ocupa el lugar 85 de 207 países en base al Índice de Desigualdad de Género de la ONU, que mide las desventajas de las mujeres en las áreas de fuerza de trabajo, empoderamiento y derechos reproductivos. Estas diferencias entre los hombres y las mujeres son más pronunciadas en la zona noreste del país.

Capacitación y desarrollo comunitario
Para abordar esta situación, Humana Brasil implementa un programa para capacitar a las mujeres rurales en esta región. Alrededor de 1.000 de ellas, de cinco municipios de la zona (Bahia, Cansanção, Monte Santo, Quijingue, Tucano, y Euclides da Cunha), distribuidos en 54 grupos productivos, son parte del proyecto que fomenta su independencia económica y la iniciativa empresarial.

Paralelamente, Humana Fundación Pueblo para Pueblo prosigue con el Programa de Desarrollo Comunitario en Itiuba, Cansançao, Quinjingue y Bahía, llevado a cabo con la colaboración de Humana Brasil. Consta de ocho grandes líneas basadas en la dotación de las destrezas necesarias para que sea la propia comunidad la que promueva su desarrollo, con especial atención al papel de la mujer.

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