Cuando empresa, rentabilidad y comunidades locales confluyen

12-11-2015

El martes 17 de noviembre, la Fundación, Casa África, Codespa y el Parc de Recerca de la Universidad Autónoma de Barcelona debatirán en Madrid sobre este nuevo escenario de inversión responsable, con especial atención al África Subsahariana y Angola en el Encuentro 'Inversión Responsable y Desarrollo Local'.

El denominado “desarrollo internacional” está evolucionando rápidamente. El paradigma de países pobres, que necesitan ayuda, y países ricos, que deben ayudarles, ya no es válido. Parte de los países en desarrollo han logrado un crecimiento económico suficiente para ser considerados por el Banco Mundial como de renta media. 

Sin embargo, la gran mayoría de personas de estas naciones en desarrollo no se han beneficiado de la riqueza que ha generado este crecimiento económico. Aunque los gobiernos tienen que potenciar la distribución de dicha riqueza, también el mundo de la empresa tiene que reflexionar sobre su papel en la sociedad. Quizás en parte por eso, pero también por otras muchas razones, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nuestra agenda para los próximos 15 años, destacan el rol imprescindible que juegan las empresas en el desarrollo local.

Capitalismo consciente e inversión responsable 

Al mismo tiempo, somos testigos de un cambio paulatino pero importante en los modelos de negocio tradicionales. Principios como el capitalismo consciente, la inversión responsable, las empresas sociales y las cadenas de valor inclusivas ganan cada vez más peso. En parte porque es lo social y éticamente correcto, y en parte porque así lo demandan los consumidores. Pero, también, porque el enfoque más rentable y sostenible a largo plazo es el que incorpora los factores sociales y medioambientales en sus estrategias y procesos.

La inversión socialmente responsable supone la incorporación de criterios éticos, sociales y ambientales al proceso de toma de decisiones de inversión, de modo complementario a los tradicionales criterios financieros de liquidez, rentabilidad y riesgo.

Combinar intereses empresariales, rentabilidad y desarrollo de las comunidades es posible. He ahí el peso que ha adquirido la RSE en la estrategia empresarial de numerosas organizaciones, no ya como una parte más del marketing, sino como una filosofía empresarial global, con objetivos. 

Dado que las empresas son la fuente principal de generación de empleo y riqueza, tienen un papel imprescindible y central en el desarrollo local. La clave es que la relación que establecen con las sociedades y comunidades cuando invierten no sea unidireccional.

Las comunidades que cuentan con un desarrollo mayor gracias a que disponen de un nivel educativo apropiado y unos niveles de renta superiores, son las que mayores oportunidades de negocio ofrecen a las empresas y, por tanto, que contribuyen a su crecimiento.

Por todo ello, la empresa está ganando peso como actor del crecimiento en los países en desarrollo, sobre todo en el actual escenario global de pos-recesión y de disminución del gasto público en cooperación internacional. Este escenario exige que el sector privado se involucre con fuerza en el desarrollo de los países de renta baja y media. 

Comunidades abiertas al cambio

Si analizamos a las comunidades en los países en desarrollo, nos damos cuenta de que no cumplen con las expectativas tradicionales que tenemos, puesto que no se oponen al cambio y no se aferran a ciertos tradicionalismos. De hecho percibimos que están constituidas por pequeños emprendedores y emprendedoras que muchas veces están acostumbrados a reinventarse e innovar. La gran diferencia es que tienen menos recursos disponibles para poder crecer, tanto como potenciales clientes como miembros de la cadena de valor. 

Si el capitalismo y la economía de libre mercado parecen que son el sistema menos malo, es hora de hablar de capitalismo responsable y mercado y economía sostenibles.
La sostenibilidad global por la que trabajan organizaciones como Humana debe combinar la acción tanto desde la esfera de lo público como de lo privado. La colaboración entre ambas esferas es esencial, partiendo de la base de que los intereses empresariales y el desarrollo de las comunidades son compatibles. 

El 17 de noviembre, Humana organiza el encuentro ‘Inversión exterior responsable y desarrollo local' en el que se abordarán estas ideas en el contexto de África Subsahariana y en concreto, de Angola. El encuentro se enmarca dentro del proyecto ‘Incremento de la seguridad alimentaria y de las actividades de producción de 1.000 familias en zonas rurales de Cabinda, Angola’, cofinanciado por la Unión Europea e implementado por la Fundación y su socio local ADPP. Puedes encontrar más información en www.empresaydesarrollo.com

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